Alfonso Rojo: "Lo trágico de España es que el mal y la tontería se contagian"

  • hace 3 años
Hace tiempo que tengo el convencimiento de que la vasca es una sociedad enferma. Moral y éticamente.

Entre los 2 millones largos de personas que residen en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa hay gente estupenda, tipos íntegros de la cabeza a los pies y yo conozco a alguno, pero priman y son mayoría los facinerosos.

Supongo que ya saben que el Gobierno vasco, conformado por PNV y Partido Socialista de Euskadi, castigará con multas de hasta 150.000 euros a quien en el futuro ‘enaltezca’… al franquismo.

Podrá imponer las multas el Ejecutivo, el llamado Instituto de la Memoria y hasta cualquier alcalde de pueblo.

Han oído bien. No se va a penalizar a los que reciban con flores y rindan homenaje a los asesinos etarras, que manda a casa el socialista Pedro Sánchez.

Tampoco a los que se dedicaban a secuestrar, extorsionar, mutilar y han dejado atrás un reguero de 1.000 víctimas inocentes. La última el pasado 16 de marzo de 2010, hace sólo once años.

Lo que PNV y PSOE pretenden castigar es cualquier expresión ofensiva o vejatoria contra la dignidad de los muertos durante y, justo después de, la Guerra Civil de 1936, hace 82 años.

Y esto salta dos semanas después de que un tal Koldo Tellitu, máximo representante de la asociación de Ikastolas y bajo cuya dirección están 110 centros educativos privados de Navarra y Vascongadas en los que se adoctrina a los niños en el odio a España, manifestara públicamente la emoción que le generan los ‘ongi etorri’, los homenajes, a los etarras.

Y poco mes y medio antes de que en Mondragón se celebre una ‘marcha solidaria’ en apoyo del terrorista de ETA Henri Parot, a quien en su día se condenó a 4.800 años de cárcel por 39 asesinatos, que fue acercado al País Vasco por el ministro Marlaska el paso marzo y que en breve andará tan pancho por la calle.

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