Shahrokh Moshkin Ghalam, un bailarín sin fronteras

  • hace 10 años
Shahrokh Moshkin Ghalam es un bailarín iraní que vive en París. Dejó su país cuando era un niño. Tras formarse en Historia del Arte y Teatro en la capital francesa empezó a trabajar como bailarín profesional en la Comedie française, uno de los centros artísticos más importantes de Francia.

En sus trabajos, Moshkin Ghalam une danza moderna, música iraní y literatura persa.

“La música, la literatura y la danza tienen la misma naturaleza, son diferentes estratos del arte, explica el bailarín. Cuando escuchas música tu imaginación empieza a bailar, las notas bailan. Si cierras los ojos mientras escuchas música podrás sentirlo en tu corazón. Yo solo intento sincronizarme con la imaginación del público”.

“Me preguntas si esto es danza oriental o iraní. No lo sé, no quiero limitarme a una categoría, no pienso en ello”, añade.

En Irán la censura pesa sobre la danza desde la Revolución Islámica. Solo la tradicional está permitida y si es interpretada por hombres. Una ley no escrita que impide el desarrollo y la modernización de la danza.

“Los estándares en Irán son diferentes, no podemos comparar los estándares del arte iraní y los internacionales. Por supuesto esto no ocurre con todas las artes. La escultura, la caligrafía, la pintura, incluso el teatro pueden ser comparados pero no la danza. La danza que se hace en Occidente no existe en Irán”, asegura Moshkin Ghalam.

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