¿Qué opinas? - Papeles de Panamá desde adentro

  • hace 8 años
En Panamá, el escándalo internacional originado tras la publicación de las filtraciones que implican a la firma de abogados Mossack & Fonseca, ha tenido repercusiones dentro del gobierno nacional, como en distintos núcleos de opinión panameños y medios de comunicación.

Para algunos sectores, el destape de estas informaciones sensibles, es considerado como un ataque infundado al país y sus intereses internacionales, así lo asegura el abogado Silvio Guerra, quien a su vez reafirma los esfuerzos realizados por las instituciones panameñas encargadas de los controles fiscales dentro del sistema financiero nacional.

Otros sectores opinan que no ha sido más que la puesta en escena mundial, de un tipo de operaciones relacionadas a la constitución de empresas de papel realizadas en Panamá por más de 40 años; país cuya propia estructura jurídica y política del Estado ha sido producto y le sirve de soporte a este modelo económico de servicios.

Luego del anuncio, por parte del Gobierno francés, a través de su Ministro de finanzas, Michel Sapin, de que se reinscribiría a Panamá en la lista de Estados y Territorios No Cooperativos (ETNC) en materia fiscal; el Gobierno panameño se ha pronunciado aclarando la posición del país, rechazando lo que a su consideración es el pisoteo del nombre de Panamá, ignorando a conveniencia, la participación de instituciones e individuos de otras naciones, en la conformación de empresas de operaciones off shore; hecho que repercute primeramente en la confianza internacional de la plataforma financiera panameña.

Anteriormente, Francia y otras potencias europeas, junto a distintas instituciones internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) han mantenido por varias décadas a Panamá en sucesivas listas negras por considerar que el centro financiero panameño atrae el lavado de activos y otros ilícitos asociados a la evasión fiscal.

Para el economista Miguel Ramos, experto en el tema, Estados Unidos quiere posicionarse como el principal paraíso fiscal del mundo y así controlar gran parte de los flujos internacionales de capital, ya sea de procedencia lícita o ilícita.

Panamá es un paraíso fiscal desde la década de 1920, pero su utilidad política frente al nuevo tablero económico mundial, poco a poco pierde importancia. Esto, en medio de una ciudadanía panameña que desconoce en gran medida el papel que representa en la vida del país la llamada plataforma de servicios financieros internacionales.

El impacto político del reciente caso de los “Panama Papers” ha relanzado el tema en la opinión pública, que empieza a ver elementos del paraíso fiscal, relacionado con las condiciones generalizadas que hacen posible la corrupción institucional.

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